Escondido dentro de la factura de infraestructura de 1 billón de dólares, un impuesto basado en el kilometraje afectaría de manera desproporcionada a las personas que viajan a sus centros de trabajo.
Los demócratas buscan gravar aún más a los estadounidenses mediante la implementación de un impuesto por cada milla que sea conducida.
El presidente Biden presentó su proyecto de ley de infraestructura de un billón de dólares y una de las disposiciones incluidas contempla el inicio de un programa piloto sobre cómo se podría implementar un impuesto a la conducción basado en el kilometraje recorrido. La tarifa actual es de ocho centavos por milla, lo que significa que a alguien que maneja 26,000 millas por año se le cobrarían dos mil ochenta dólares, además de los impuestos a la gasolina, de los impuestos a la compra de vehículos, de los impuestos del DMV y más.
El esfuerzo por despojar aún más de su dinero a los estadounidenses que trabajan duro se produce cuando la administración de Biden está gastando astronómicamente, aumentando la inflación a niveles récord, y se necesitan cada vez más fondos para pagar la deuda, que ya casi ha alcanzado su techo. El programa piloto solo en la factura de infraestructura costaría 125 millones de dólares.
Si se llegara a implementar, el impuesto al kilometraje provocaría serias preocupaciones para la nación, ya que el gobierno también podría rastrear las millas recorridas colocando un sistema GPS en cada vehículo, lo que les permitiría saber y registrar los movimientos de los ciudadanos, incluido dónde y cuándo conducen. Además, tendría un impacto dispar, dado que los conductores rurales tienden a conducir más en promedio que los conductores urbanos, especialmente porque muchos ciudadanos viajan largas distancias al trabajo porque viven en áreas menos costosas.
Sin embargo, la administración de Biden no es la única que está considerando esto, ya que el gobernador de California, Gavin Newsom, firmó recientemente una legislación que ampliará un programa piloto similar que cobraría más impuestos a los californianos en función de la cantidad de millas que conduzcan.
El estado ya tiene uno de los niveles de gasolina más altos del país, lo que significa que agregar un impuesto al millaje recorrido realmente perjudicaría a diferentes residentes e industrias que luchan por sobrevivir después de que Newsom cerró muchas pequeñas empresas en medio de la pandemia.
