A pesar de que la gestión del agua en California es un tema fundamental, no está claro si los legisladores le prestarán la atención que necesita.
La crisis del agua de California ha representado una presión sobre los recursos del estado desde el año pasado. Se espera que una nueva legislación ayude a resolver esta crisis. Un grupo llamado Más Agua Ahora (More Water Now) afirma tener una solución para el problema.
El grupo propone la Ley de Financiamiento de la Infraestructura del Agua, una iniciativa que considera que el acceso a “agua pura, abundante y asequible” es un aspecto clave del desarrollo económico y la calidad de vida. También exige que parte de los ingresos generales de California se transfieran a un fondo fiduciario hasta que los proyectos de agua estén completamente financiados.
El plan no es una tontería. Traza un presupuesto para asignar el dos por ciento de los Ingresos del Fondo General del Estado cada año para certificar que los proyectos de agua estén financiados para aumentar su suministro anual de agua. Estas crecientes reservas aseguran que el agua se pueda entregar de manera confiable a los californianos todos los años.
Tanto las ciudades como las granjas están incluidas en el plan para entregar agua a las comunidades de todo el estado. Sin embargo, no está claro si esta ley recibirá el impulso suficiente para agregarse a las boletas en 2022, a pesar de la crisis de la sequía.
Los legisladores de California tuvieron la oportunidad de abordar este tema muchas veces antes. Sin embargo, la legislación tuvo la puerta cerrada por parte de su propio autor. Las oportunidades para financiar canales, específicamente, el Canal Delta-Mendota, el Canal Friant-Kern, el Canal San Luis y el Acueducto de California fueron recortadas por los legisladores.
Los Contratistas de Agua del Estado, San Luis y Delta-Mendota Water Authority, y Friant Water Authority, emitieron una declaración conjunta expresando su decepción por la retirada de un reciente proyecto de ley que buscaba la restauración de los fondos.
“Ignorar las necesidades de infraestructura hídrica de California al retrasar las acciones de reparación tiene efectos devastadores en nuestra economía, calidad de vida, resiliencia climática, seguridad alimentaria, salud del ecosistema y seguridad pública”, se lee en una parte de la declaración.
